Las raíces de las plantas no sólo sirven para sostenerlas, sino que todas las sustancias necesarias para las plantas (excepto oxígeno, dióxido de carbono y energía solar) tienen que ser absorbidas por sus raíces, que crecen dentro del suelo extendiéndose en busca de agua y minerales. Además de absorber estas sustancias del suelo, las raíces tienen que transportarlas al tallo a través de la unión con éste, el cuello de la raíz.
En general las raíces tienen dos zonas diferenciadas, el ápice o cono vegetativo (zona de crecimiento situada en el extremo de la raíz) y la zona pilífera (la porción más joven de la raíz).
Las raíces de todas las plantas del mundo extraen varias toneladas de minerales del suelo cada minuto.
Salvo en lugares especiales como el desierto o el agua, la masa total de las raíces de una planta equivale aproximadamente a la de las ramas.
Si al trasplantar una planta no vas con cuidado y se pierden los pelos radicales de la raíz (pelos absorbentes) será muy difícil que la planta pueda seguir desarrollándose, e incluso sobrevivir, ya que sus raíces quedarán privadas por unos días de su capacidad de absorción. Sólo podrá salvarse si le quitas las hojas y se reduce la deshidratación hasta que crezcan nuevos pelos radicales.
Tipos de raíces:
- Axonomorfa: cuando de una raíz principal que se desarrolla en profundidad surgen raíces secundarias menos desarrolladas.
- Fasciculada: cuando en un sistema radical no se diferencian la raíz principal y las secundarias.
- También hay raíces especializadas en almacenar sustancias alimenticias, como las napiformes de la remolacha, la zanahoria y el rábano, así como raíces aéreas con diferentes fines (apoyo, respiración, etc.)
Los mangles son plantas características de las regiones litorales de la zona tropical conocidas como manglares. Las raíces de los mangles, que discurren por el fango, emiten ramificaciones ascendentes que emergen del agua como si fueran tubos para bucear. Se trata de raíces respiratorias. 
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