Hydrangea (nombre común hortensia) es un género que incluye unas 100 especies de plantas de flor nativas del Sur y Este de Asia (desde Japón a China, los Himalayas e Indonesia) y también en Norteamérica y Suramérica.
Se conocen normalmente por su nombre común de hortensias.
La mayoría de las Hydrangea son arbustos 1-3 m de altura, pero algunas son árboles pequeños, y otras son parras
que alcanzan los 30 m trepando por los árboles. Pueden ser de hojas
caducas o de hojas perennes, no obstante las más ampliamente cultivadas,
que son especies de climas templados, son de hojas caducas.
Las Hydrangeas producen flores desde el inicio de la primavera hasta finales del otoño.
Sus flores pueden ser rosas, blancas, o azules, dependiendo en parte del pH del suelo. Se puede forzar la coloración rosada de las flores, usando fertilizantes
ricos en nitrógeno y fósforo y pobres en potasio, mientras que si se
desean flores azules, los fertilizantes han de ser ricos en potasio y
pobre en nitrógeno y fósforo. La floración azul también puede requerir
el aporte de abonos acidificantes tales como: sulfato amónico, nitrato amónico, sulfato potásico, etc.
La coloración rosa se conseguirá con abonos alcalinos, como nitrato de calcio.
La adición cuidadosa de carbonato sódico al suelo puede producir una floración multicolor.
Las hortensias se cuentan entre las escasas plantas que acumulan aluminio. Obtienen el aluminio de los suelos ácidos, y forma complejos en la flor que les proporciona su color azul.
Es una planta ornamental muy popular por sus enormes cabezas florales.
La poda regular evita que el arbusto crezca demasiado hacia arriba, lo
que suele provocar que el peso de los tallos se haga excesivo, pudiendo
las puntas de los tallos doblarse hacia el suelo y partirse.
Riego: En el período primaveral-veraniego los riegos de las
hortensias tienen que ser abundantes y frecuentes, de modo que el
sustrato siempre esté húmedo (pero no empapado).Además es aconsejable a
menudo pulverizar la cabellera (con agua no calcárea) para crear un
entorno húmedo congenial a la planta de hortensia, estando pero atentos
al hecho que una excesiva humedad puede favorecer el desarrollo de mohos
y parásitos.
Reproducción: La hortensia se multiplica por esquejes, que
cortaremos de la planta tras la floración. Dejaremos que enraícen y los
ubicaremos en una maceta o en el jardín en otoño o primavera. El suelo
debe ser rico en nutrientes y ácido. Además, es importante no situarlos a
pleno sol; se desarrollan mejor en sombra parcial. Además, el terreno
ha de estar húmedo, pero al mismo tiempo, tendrá un buen drenaje, ya que
los encharcamientos son perjudiciales. Si vivimos en una zona fría, la
resguardaremos en el interior o en un lugar abrigado, ya que no soporta
las heladas. Asimismo, tampoco crece bien en lugares demasiado cálidos o
secos.
Plagas y enfermedades: Los insectos que afectan a la hortensia
son el pulgón y la araña roja. Para eliminar el primero se aplica un
insecticida específico, y para combatir la segunda utilizaremos un
acaricida.
Los hongos, como el oídio, producen la putrefacción del
ejemplar, o daños en sus hojas. Un síntoma es la aparición de manchas.
Para solucionar el problema, aplicaremos un fungicida.
Otra enfermedad
es la clorosis, que se produce por un ph demasiado alto, lo que conlleva
falta de hierro en el sustrato. Lo percibimos por el tono amarillo que
adquieren las hojas; no hemos de confundirlo con los cambios que se
producen de forma natural en el otoño. Para combatirlo aplicaremos un
producto específico, rico en hierro.
Cuidados necesarios: Este arbusto necesita una gran cantidad
de agua, por lo que hemos de regarlo a diario, excepto en zonas donde
llueve de forma habitual, donde podremos espaciarlo más.
La poda también es necesaria; la llevaremos a cabo tras la
floración. Para que la planta crezca vigorosa, añadiremos al terreno
abono líquido cada dos semanas durante la primavera y el verano. Si el
esqueje lo plantamos en maceta, tras la primera floración, es necesario
trasplantar la hortensia. La mejor época para llevar a cabo esta tarea
es después de la poda. Para no provocar la caída de las hojas,
evitaremos hacerlo cuando éstas empiezan a crecer, así como durante los
días de más calor del verano. A medida que va creciendo, el follaje
adquiere más peso y, en ocasiones, hace que la planta ceda. Para
evitarlo, es adecuado colocar varias cañas que ayuden a sostenerlo.
Fuente: wikipedia.
Yo las tengo de todos los colores y estoy encantada. Son preciosas y muy alegres¡¡¡
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