miércoles, 3 de abril de 2013

La poda de los arbustos


La poda es indispensable para dar una forma armoniosa a los arbustos y que sigan manteniéndola después, ayuda a la floración y a que la fructificación sea abundante. 

Una vegetación aireada ayuda a que no se desarrollen enfermedades y parásitos.

La técnica puede parecer complicada pero con unas pequeñas indicaciones podrá verlo más claro.

- ¿Cuándo podar?

La pregunta correcta que hay que realizarse es ¿cuándo florece mi arbusto? porque los arbustos deben podarse después de la floración, salvo si los frutos tienen interés decorativo.

Hay que tener especial cuidado porque una poda en mal momento puede tener fatales consecuencias, ya que si quitamos las yemas de las flores se suprime la floración  venidera, por ej. si se podan los lilos en marzo.

Por tanto, hay que tener en cuenta, que se poda en primavera lo que florece en verano; al final de la primavera y hasta principios del otoño se podan las especies que hayan florecido ya.

- Cómo podar:

Una poda perfecta exige conocer las características particulares de cada arbusto, pues cada especie tiene unas necesidades concretas. Sin embargo, se pueden extraer algunas reglas generales. La poda consiste en todos los casos:



* en suprimir todas las partes muertas o dañadas y,

* reforzar el vigor de los vástagos existentes.

* airear la fronda, especialmente del centro

* equilibrar la silueta del ramaje.

- Acciones correctas en la poda:

Se deben hacer cortes limpios con una herramienta de hojas bien afilada y tras podar el arbusto y antes de empezar con el siguiente se debe limpiar la herramienta para limitar la propagación de enfermedades.

Hay que cortar en bisel por encima de una yema, a unos 2-3 cm.

Tras la poda puede favorecer el desarrollo de su planta con un  aporte de abono al comienzo de la primavera.



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