La higuera del Meco

La “Figueira do Meco” es, sin duda, uno de los símbolos más importantes de O Grove, protagonista de una de las más importantes leyendas de la zona, lo que le confiere una importancia cultural y patrimonial imponderables.

La higuera del Meco, cuyo nombre científico es Ficus carica, tiene  una edad aproximada de 300 años y una altura de unos 1,50 metros. Su perímetro a día de hoy es inmedible y posee un diámetro de copa de aproximadamente 8,85 metros. 

En el año 2006 “A Figueira do Meco”, árbol situado en el Monte de la Siradella, fue incluida en el “Catálogo de Árbores Senlleiras de Galicia”.

Cuenta la historia que aproximadamente en el siglo XVI vivía en O Grove un señor feudal, D. Juan de la Meca, que además ejercía como cura del pueblo. Era conocido como “O Meco”, y era el dueño de todo O Grove y alrededores y tenía, como el resto de los señores feudales, derecho de pernada, derecho consistente en que podía pasar la noche de bodas con la mujer que se acababa de casar. Un día estaba jugando con un hombre que se casaba a los pocos días. Al joven le dijo que había pasado la mañana con su novia y el muchacho loco de amor, mato al Meco. La noticia se extendió rápidamente a través de la ciudad, acercándose la gente con alegría emanada de la injusticia y el abuso de poder sufrido. La gente se enojó y se llevó el cuerpo al Monte Siradella, donde colgaba una higuera situada en una de las partes más altas de la península, cerca de la antigua puerta de entrada a Ogrobe como una advertencia para el próximo señor feudal y los de afuera. Al llegar las autoridades los vecinos contestaron a quién había matado a Don Juan de la Meca con un "Matámolo todos".

Como lugar exacto de la ejecución del señor feudal se señala una retorcida higuera colagada en lo alto de una roca cuya sangre sigue bañando y tiñendo de rojo los higos que produce. 

Este centenario árbol fue arrancado de cuajo por un vendaval y ha vuelto a renacer con fuerza desde dentro de la roca. Su humilde estado actual hace que algunos se planteen la leyenda por no poseer ningún tronco dónde colgar a nadie. 

Para verla hay que viajar hasta O Grove y una senda detrás del Centro de Interpretación de la naturaleza de A Sidarella se acerca hasta ella, la “Ruta dos Lagarteiros”