martes, 12 de noviembre de 2013

El agrietado o rajado en los tomates

Uno de los desordenes más frecuentes en el cultivo del tomate es el agrietado o rajado, también conocido como craking.

En realidad, este problema afecta única y exclusivamente a la estética del fruto, pudiéndose consumir sin ningún tipo de problema. 



¿Cómo podemos prevenirlo?

Existen varios tipos de agrietamiento, radial o longitudinal o concéntrico, según la grieta siga una dirección de arriba a abajo o en torno al fruto. Los principales factores que afectan a este tipo de desorden son: 

- un exceso de agua en el riego tras un periodo seco. La rápida afluencia de agua en el fruto trae consigo un aumento rápido del tamaño del fruto, la piel se expande y supera su límite elástico, iniciándose la rotura. Cuando el riego está bien ajustado la tasa de agrietado desciende. Generalmente se achaca este problema al riego de las plantas. 

- La variedad del fruto, hay variedades con la piel más elástica y con menos problemas de agrietado. 

- La fertilización, ya que si abonamos de forma tardía podemos propiciar un crecimiento excesivamente rápido en la última fase de crecimiento.


Se puede prevenir el agrietado plantando variedades de piel más elástica, acolchando las plantas desde la edad temprana y no fertilizando en exceso para evitar crecimientos drásticos. Realizando un control de la humedad, la temperatura y el riego, mantenimiendo un ritmo de crecimiento lento pero constante. 


Fotos: tomatecherry.com














No hay comentarios:

Publicar un comentario