¿Cuántas veces no hemos pensado en colocar un pequeño estanque en nuestro jardín? Construirlo es posible, pero para ello será necesario tomarse tiempo y planificar ciertos elementos como qué sistema de filtración usaremos, su tamaño o dónde lo colocaremos.
Aquí os dejamos las primeras 2 fases para una correcta construcción, planificación y elección del estanque.
1) PLANIFICACIÓN.
Si realizamos esta fase de forma correcta podremos ahorrarnos muchos dolores de cabeza en el futuro a la hora de mantener el estanque.
A la hora de elegir el lugar y el tamaño será necesario que se tengan en cuenta varios aspectos:
- El viento y los árboles. En principio, un estanque no debería colocarse debajo de los árboles, pero si los hay habrá que tener en cuenta hacia dónde caen las hojas en otoño y si podemos ponerlo de forma que quede protegido de alguna manera. También hay que tener en cuenta las raíces de los árboles, que pueden acabar rompiendo la base de nuestro estanque.
- El sol, es bueno pero en verano fomenta la aparición de las algas. Se puede decorar el borde con plantas que frenen el sol en las horas que más calienta. También se puede buscar un lugar dónde el estanque quede en semisombra y quede semiprotegido.
Una vez elegido el lugar y el tamaño, es una buena opción marcarlo con una cuerda y así tener la perspectiva real de su ubicación y si nos molestará a la hora de realizar otras actividades en el jardín, como por ejemplo jugar con los niños o tomar el sol.
2) ELECCIÓN DEL TIPO DE ESTANQUE.
Será necesario elegir el tipo de estanque que queremos tener en nuestro jardín. Existen 4 tipos de estanques, según el material para construirlo:
- Estanques apisonados:
Usan el mismo suelo, no se les adiciona nada salvo césped para que tengan mejor agarre. En algunos casos se agregan algunas piedras las cuales las apisonan contra el fondo. La mayoría de estos estanques son de gran tamaño con lo que no tienen sistemas de filtrado y son ideales para grandes superficies.
- Estanques prefabricados:
Piletas que podemos encontrar en centros de jardinería, resistentes, 100% impermeables al agua y con diversas medidas y tamaños.
- Estanques de lona.
Las lonas deben ser flexibles y de gran calidad, de un grosor de 0.8mm mínimo. Deben ser resistentes a los rayos ultravioletas y tanto a las heladas como al calor.
- Estanques de cemento.
Son en sus laterales y base de ladrillos o piedra recubiertos con mezcla de obra a base de cemento. Su gran ventaja es que si está bien construido, es eterno. Estos estanques son los más laboriosos pero se les puede dar la forma que uno quiera. A estos estanques, por afuera se los puede recubrir con lo que se desee, los materiales más usados son: rocas, ladrillos de roca, etc.
Fuente: elestanque.com
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