La manzanilla es una planta de fácil crecimiento que cuenta con bastantes variedades. Es originaria de Europa y de allí fue introducida en América, donde es muy comercializada y cultivada.
Dos de sus variedades tienen importantes cualidades medicinales y aromáticas. Sus flores parecen margaritas muy pequeñas, con pétalos blancos y centro amarillo; y tienen un aroma muy peculiar. Se la suele cosechar en verano, y utilizar fresca o seca.
Entre sus propiedades destaca el té de manzanilla que ayuda a cortar la diarrea, expulsar los gases, y actúa como sedante sobre el sistema nervioso. Es también un buen remedio contra el dolor de cabeza, y para tratar problemas en la vejiga, hígado y riñones, así como aliviar los pies hinchados o la sinusitis.
También tiene efectos beneficiosos como antiinflamatorio, antiviral, antibacteriano y antihongos, para lo cual puede aplicarse sobre la piel una infusión de uso externo. Combate el imsomnio, el nerviosismo y el dolor de muelas.
Puede utilizarse para tratar infecciones en la garganta irritaciones en la boca, mediante buches y gárgaras.
Su presencia en champús tiene la facultad de aclarar el pelo. Para esto suele utilizarse su aceite esencial destilado, quien contiene los elementos que proveen todos sus beneficios: más de 120 componentes medicinales.
No se recomienda consumir esta planta durante los primeros tres meses de embarazo, ya que podría resultar abortiva por su facultad para relajar el útero.Por todo esto y aunque puedes encontrarla en tiendas de productos naturales o en los supermercados, puedes plantarla en tu jardín y así puedes aprovecharla al máximo.
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