domingo, 28 de abril de 2013

Plantar árboles y arbustos

Los árboles y los arbustos son elementos fundamentales en cualquier jardín y es algo que todo jardinero casual o profesional, debería conocer. No es algo difícil pero es necesario conocer algunas reglas básicas para que la planta y su conjunto tengan una larga vida. 

Cuando vayamos a plantar un árbol o arbusto en el suelo deberemos tener la tierra donde se cavará el hoyo húmeda, pero no en exceso y sin malas hierbas alrededor. 

El tamaño del hoyo deberá ser lo suficientemente amplio para que el cepellón quepa con holgura y para que las raíces puedan desarrollarse sin problemas. 

Es necesario calcular y tener en cuenta el tamaño que, el árbol o arbusto, tendrá cuando sea adulto para determinar correctamente dónde plantarlo en relación a vallas, casa, piscinas, etc. En general, los árboles de tronco alto deberán plantarse a una distancia de 6 mts de estructuras de obra y para los arbustos bastarán de 2 a 3 mts. También será oportuno prever el futuro desarrollo de la copa y el radio de proliferación de las raíces.
Cavaremos un hoyo de aproximadamente 50x50 para los arbustos, y de 100x100 cm para los árboles. Amontonaremos al lado la tierra que saquemos y quitaremos las piedras de gran volumen y los restos de raíces y maleza. Cuando la tierra no sea de gran calidad se debe enmendar mezclándola con matillo o estiércol o con sustratos para ese árbol en particular.

Cuando, en la zona donde va a ser plantado el árbol o arbusto, existe riesgo de fuertes vientos, será necesario introducir una estaca a modo de guía o tutor. La estaca deberá colocarse en el hoyo antes de introducir el cepellón y así evitaremos, si lo hacemos después, dañar las raíces al clavarla o que el ejemplar no quede bien sujeto. Atar el ejemplar al tutor justo después de apisonar la tierra y antes de hacer el alcorque o regar. 

Si el terreno es duro y la especie seleccionada aborrece los encharcamientos, será necesario poner en el fondo del hoyo una capa de grava para favorecer el drenaje o una base de arcilla mezclada con turba justo para lo contrario. 

Una vez acabada la labor, el riego se hará siempre por aspersión antes de comprimir la tierra definitivamente 


LAS ÉPOCAS MÁS ADECUADAS PARA PLANTAR Y TRASPLANTAR

Los árboles y arbustos adquiridos en centros de jardinería, con el cepellón, empaquetados en un plástico o en una caja, se pueden plantar en cualquier momento siempre y cuando no se trasladen a una ambiente muy distinto del original. 

Para los de raíz desnuda, hay que respetar la regla general según la cual la plantación -que consiste en un verdadero trasplante- se ha de efectuar cuando la planta esté en reposo, ya que, en caso contrario, las raíces no conseguirían responder a las necesidades nutritivas y de agua de la copa en actividad.

En el caso de los árboles y arbustos de hoja caduca, lo ideal es esperar que entren en su fase de parada vegetativa y plantarlos en otoño o invierno. Esta precaución deberá extremarse cuando se trata de un trasplante de suelo a suelo. Ahora bien, si el suelo está helado, muy empapado o demasiado reseco, no conviene llevar a cabo estas operaciones.

• Septiembre, por ejemplo, es el mes ideal para plantar madroños, adelfas, olivos, laureles y numerosos arbustos de bayas.

• Octubre, en cambio, es el más adecuado para plantar o trasplantar los arbustos de floración invernal: avellano mágico (Hamamelis mollis), membrillero del Japón(Chaenomeles speciosa), kerrias, rosales (también en febrero) y coníferas en general.

• Diciembre es buena época para plantar o trasplantar ginkgos, liquidámbares y catalpas, siempre que el suelo no esté helado.


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